La función principal del
Aparato Respiratorio es la de aportar al organismo el suficiente oxígeno
necesario para el metabolismo celular, así como eliminar el dióxido de carbono
producido como consecuencia de ese mismo metabolismo.
El Aparato
Respiratorio pone a disposición de la circulación pulmonar el oxígeno
procedente de la atmósfera, y es el Aparato Circulatorio el que se encarga de
su transporte (la mayor parte unido a la hemoglobina y una pequeña parte
disuelto en el plasma) a todos los tejidos donde lo cede, recogiendo el dióxido
de carbono para transportarlo a los pulmones donde éstos se encargarán de su
expulsión al exterior.
El proceso de la respiración puede dividirse en
cuatro etapas mecánicas principales:
1.
VENTILACIÓN
PULMONAR: significa entrada y salida de aire entre la
atmósfera y los alvéolos pulmonares.
2.
PERFUSIÓN PULMONAR: permite la difusión del oxígeno y
dióxido de carbono entre alvéolos y sangre.
3.
TRANSPORTE: de oxígeno y dióxido de carbono en la
sangre y líquidos corporales a las células y viceversa, debe realizarse con un
gasto mínimo de energía.
REGULACIÓN DE LA VENTILACIÓN
VENTILACIÓN
PULMONAR.
Se denomina
Ventilación pulmonar a la cantidad de aire que entra o sale del pulmón cada
minuto. Si conocemos la cantidad de aire que entra en el pulmón en cada
respiración (a esto se le denomina Volumen Corriente) y lo multiplicamos por la
frecuencia respiratoria, tendremos el volumen / minuto.
Volumen
minuto = Volumen corriente x Frecuencia respiratoria
PRESIONES NORMALES DE OXIGENO EN EL AIRE ATMOSFÉRICO
La presión se mide
en varias unidades como: cm de agua, kilopascales, mmHg.
Si se toma como
referencia el cm de agua, esto significa:
La presión que ejerce el agua
en un cilindro que tiene un cm de alto sobre una superficie de un cm cuadrado =
1 cm de H2O.
La equivalencia en
kilopascales (kpa) o mmHg es:
·
1 cm de H2O = 0.1 Kpa.
·
1 cm de H2O = 0.73 mmHg.
La presión
atmosférica, también denominada presión barométrica (PB), oscila alrededor de
760 mmHg a nivel del mar. El aire atmosférico se compone de una
mezcla de gases, los más importantes, el Oxígeno y el Nitrógeno.
Si sumamos las presiones
parciales de todos los gases que forman el aire, obtendríamos la presión
barométrica, es decir:
PB = PO2 + PN2 + P otros gases
Si conocemos la
concentración de un gas en el aire atmosférico, podemos conocer fácilmente a la
presión en que se encuentra dicho gas en el aire. Como ejemplo vamos a suponer
que la concentración de Oxígeno es del 21%.
La
Fracción de O2 (FO2) = 21% = 21/100 = 0,21
(por cada unidad
de aire, 0,21 parte corresponde al O2)
POR LO
TANTO:
PO2 = PB x FO2
PO2 = 760
mmHg x 0,21 = 159,6 mmHg
Si el resto del
aire fuese Nitrógeno (N2), la fracción de este gas
representaría el 79%. Así tendríamos:
PN2 = PB x FN2
PN2 = 760 mmHg x 0,79 = 600,4
mmHg
Si tenemos en
cuenta que el aire atmosférico está formado cuantitativamente por Oxígeno y
Nitrógeno (el resto se encuentra en proporciones tan pequeñas que lo
despreciamos), obtendríamos.
PO2 + PN2 = PB
159,6 mmHg + 600,4 mmHg. = 760 mmHg
Conforme nos
elevamos del nivel del mar (por ejemplo la subida a una montaña), la presión
barométrica va disminuyendo, y consecuentemente la presión de los diferentes gases
que conforman el aire, entre ellos el O2.
Recordemos que el
O2 pasa de los
alvéolos a los capilares pulmonares, y que el CO2 se traslada en sentido opuesto
simplemente mediante el fenómeno físico de la difusión. El gas se dirige desde
la región donde se encuentra más concentrado a otra de concentración más baja.
Cuando la presión del O2 en
los alvéolos desciende hasta cierto valor, la sangre no podrá enriquecerse lo
bastante de O2como para satisfacer las necesidades del organismo, y
con ello la demanda de O2 del
cerebro no estará suficientemente cubierta, con lo que aparece el llamado
" Mal de montaña ", con estados nauseosos, cefalalgia e ideas
delirantes.
A los 11.000 metros de altura
la presión del aire es tan baja que aun si se respirase oxígeno puro, no se
podría obtener la suficiente presión de oxígeno y por tanto disminuiría el
aporte del mismo a los capilares de forma tal que sería insuficiente para las
demandas del organismo.
Es por esta causa
que los aviones que se elevan sobre los 11.000 metros, van provistos de
dispositivos que impulsan el aire al interior de la cabina de forma que se
alcance una presión equivalente a la del nivel del mar, o sea 760 mmHg y es por
esta misma causa que los enfermos respiratorios no deben vivir en lugares
montañosos, donde está disminuida la presión atmosférica.
El aire entra en
el pulmón durante la inspiración, y esto es posible porque se crea dentro de
los alvéolos una presión inferior a la presión barométrica, y el aire
como gas que es, se desplaza de las zonas de mayor presión hacia las zonas de
menor presión. Durante la espiración, el aire sale del pulmón porque se crea en
este caso una presión superior a la atmosférica gracias a la elasticidad
pulmonar.
De todo el aire que entra en
los pulmones en cada respiración, solo una parte llega a los alvéolos. Si
consideramos un Volumen Corriente (Vc) de 500 cc en una persona sana,
aproximadamente 350 ml llegarán a los alvéolos y 150 ml se quedarán ocupando
las vías aéreas. Al aire que llega a los alvéolos se le denomina ventilacion alveolar, y es el que realmente toma parte en el intercambio gaseoso entre los
capilares y los alvéolos.
Al aire que se
queda en las vías aéreas, se le denomina VENTILACIÓN DEL ESPACIO MUERTO, nombre
que le viene al no tomar parte en el intercambio gaseoso. A la ventilación
alveolar también se denomina ventilación eficaz.
El espacio muerto
se divide en:
1.
ESPACIO MUERTO ANATOMICO: Se extiende desde las fosas nasales, pasando por la boca, hasta el
bronquiolo terminal. El volumen de este espacio es de 150 ml (VD).
2.
ESPACIO MUERTO FISIOLOGICO: Es igual al anatómico en el sujeto normal. Solo en condiciones
patológicas (enfisema, etc.), es distinto al anatómico y comprende los alvéolos
que están hiperinsuflados y el aire de los alvéolos están ventilados pero no
perfundidos.
3.
ESPACIO MUERTO MECANICO: Es aquel espacio que se agrega al anatómico producto de las conexiones
de los equipos de ventilación artificial o de anestesia.
El espacio muerto
puede aumentar con la edad por pérdida de elasticidad al igual que durante el
ejercicio y disminuir cuando el individuo adopta el decúbito.
Aplicando la
formula que ya conocemos, con una PB = 760 mmHg, y una FO2 (Fracción de oxígeno) del 20,9
%, tenemos una PO2 atmosférico
de 152 mmHg. Sin embargo cuando el aire penetra en las vías aéreas, se
satura de vapor de agua que se desprende constantemente de las mucosas de las
vías aéreas. A una temperatura corporal de 37ºC, este vapor de agua es un nuevo
gas que tiene una presión constante de 47 mmHg. Como la presión dentro de las
vías aéreas una vez que cesa el momento inspiratorio es igual a la presión
barométrica, la adición de este nuevo gas hace descender proporcionalmente las
presiones parciales de los otros gases (oxígeno y nitrógeno). La fórmula para
hallar la presión del oxígeno en las vías aéreas será la siguiente:
·
PIO2 = (PB –
P vapor de agua) x FIO2
·
PIO2 = (760
mmHg – 47 mmHg) x 0,20.9
·
PIO2 =
149 mmHg
·
PIO2 =
Presión inspirada de O2
·
FIO2 =
Fracción inspirada de O2
MECÁNICA
DE LA VENTILACIÓN PULMONAR
En la respiración normal, tranquila, la contracción de los músculos
respiratorios solo ocurre durante la inspiración (proceso activo) y la
espiración es un proceso completamente pasivo, causado por el retroceso
elástico de los pulmones y de las estructuras de la caja torácica.
En consecuencia, los músculos respiratorios normalmente solo trabajan para
causar la inspiración y no la espiración. Los pulmones pueden dilatarse y
contraerse por:
1.
Por movimiento hacia arriba y abajo del diafragma, alargando o
acortando la cavidad torácica.
2.
Por elevación y depresión de las costillas, aumentando y
disminuyendo el diámetro A - P de la misma cavidad.
MÚSCULOS INSPIRATORIOS MÁS IMPORTANTES:
·
Diafragma
·
Intercostales externos
·
Esternocleidomastoidéo
MÚSCULOS ESPIRATORIOS MÁS IMPORTANTES:
·
Abdominales
·
Intercostales internos
TENDENCIA DE LOS PULMONES AL REBOTE Y
PRESION INTRA-PLEURAL:
Los pulmones tienen tendencia elástica continua a
estar en colapso y por tanto a apartarse de la pared torácica, esto está
producido por 2 factores:
1.
Numerosas
fibras elásticas que se estiran al hincharse los pulmones y por tanto intentan
acortarlos.
2.
La
tensión superficial del líquido que reviste los alvéolos también producen una
tendencia elástica continua de estos para estar en colapso (es la más
importante). Este efecto es producido por la atracción intermolecular entre las
moléculas de superficie del líquido alveolar; esto es, cada molécula tira de la
siguiente continuamente tratando de producir el colapso del pulmón. La
tendencia total al colapso de los pulmones puede medirse por el grado de
presión negativa en los espacios interpleurales necesarios para evitar el
colapso pulmonar (presión intrapleural), que normalmente es de - 4 mmHg.
SUSTANCIA TENSOACTIVA (SURFACTANTE)
Hay células secretorias de agente tensoactivo que
secretan la mezcla de lipoproteínas llamada así (Neumocitos Granulosos de tipo
II), que son partes componentes del epitelio alveolar, cuando no existe esta
sustancia, la expansión pulmonar es extremadamente difícil, dando lugar a
atelectasias y al Síndrome de la Membrana Hialina o Síndrome de Dificultad
Respiratoria en el Recién Nacido, fundamentalmente si son prematuros. Esto
evidencia la importancia del surfactante.
También es importante destacar el papel del
surfactante para prevenir la acumulación de líquido en los alvéolos. La tensión
superficial del líquido en los alvéolos no solo tiende a colapsarlos, sino
también a llevar el líquido de la pared alveolar a su interior. Cuando hay
cantidades adecuadas de tensoactivo los alvéolos se mantienen secos.
ADAPTABILIDAD PULMONAR (COMPLIANCE).
Es la facilidad con que los pulmones se dejan inflar en relación a la presión
de inflación. Esto significa que cada vez que la presión alveolar aumenta en 1
cm de H2O, los pulmones se expanden 130 ml
FACTORES
QUE CAUSAN DISTENSIBILIDAD ANORMAL:
·
Estados que produzcan destrucción o cambios fibróticos o
edematosos de tejido pulmonar o que bloquee los alveolos.
·
Anormalidades que reduzca la expansibilidad de la caja torácica
(xifosis, escoliosis intensa) y otros procesos limitantes (pleuritis fibrótica
o músculos paralizados y fibróticos, etc.).
VOLÚMENES
PULMONARES:
Para facilitar la descripción de los acontecimientos durante la ventilación
pulmonar, el aire en los pulmones se ha subdividido en diversos puntos del
esquema en 4 volúmenes diferentes y 4 capacidades diferentes:
A.
VOLUMEN CORRIENTE (Vt) O VOLUMEN TIDAL: es el volumen de aire
inspirado o espirado durante cada ciclo respiratorio, su valor normal oscila
entre 500 - 600 ml en el varón adulto promedio. Su calculo se logra
multiplicando un valor en mililitros que oscila entre 5 - 8 por los Kg. de
peso.
B.
VOLUMEN DE RESERVA INSPIRATORIA (VRI): volumen de aire máximo que puede ser
inspirado después de una inspiración normal.
C.
VOLUMEN DE RESERVA EXPIRATORIA (VRE): volumen de aire máximo que puede ser expirado
en espiración forzada después del final de una espiración normal.
D.
VOLUMEN RESIDUAL (VR): volumen de aire que permanece en el pulmón
después de una expiración máxima.
CAPACIDADES
PULMONARES:
A.
CAPACIDAD VITAL (CV): equivale al VRI + VT + VRE.
B.
CAPACIDAD INSPIRATORIA (CI): equivale al VT + VRI. Esta es la cantidad de
aire que una persona puede respirar comenzando en el nivel de espiración normal
y distendiendo sus pulmones a máxima capacidad.
C.
CAPACIDAD FUNCIONAL RESIDUAL (CFR): equivale al VRE + VR. Es la cantidad de aire
que permanece en los pulmones al final de una espiración normal.
D.
CAPACIDAD PULMONAR TOTAL (CPT): es el volumen máximo al que pueden ampliar
los pulmones con el mayor esfuerzo inspiratorio posible, es igual a CV + VR.
PERFUSIÓN
PULMONAR O RIEGO SANGUÍNEO PULMONAR.
Se denomina así al
riego sanguíneo pulmonar. La circulación pulmonar se inicia en el VENTRICULO
DERECHO, donde nace la Arteria Pulmonar. Esta arteria se divide en dos ramas
pulmonares, cada una de ellas se dirige hacia un pulmón. Estas ramas pulmonares
se van dividiendo a su vez en ramas más pequeñas para formar finalmente
el lecho capilar que rodea a los alvéolos, siendo éste en su comienzo
arterial y luego venoso. Del lecho venoso parte la circulación venosa que
termina en las cuatro venas pulmonares, las cuales desembocan en la Aurícula
Izquierda.
A continuación
veremos la presión en que se encuentran el O2 y el CO2 en la sangre en los distintos
compartimentos:
SISTEMA
VENOSO: (Po2: 40 mmHg, Pco2: 45 mmHg)
Cuando esta sangre
se pone en contacto con el alvéolo, como en éste las presiones de oxígeno son
más elevadas ( PAO2 =109
mmHg) el O2 pasa
desde el espacio alveolar al capilar intentando igualar las presiones.
Simultáneamente ocurre lo contrario con el CO2, siendo la presión
mayor en la sangre venosa, tiende a pasar al alvéolo para compensar las
presiones.
CAPILAR VENOSO
ALVEOLAR: (Po2: 109 mmHg, Pco2: 40 mmHg).
Como quiera que el Aparato
Respiratorio no es totalmente " perfecto ", existe territorios en él
en que determinado número de capilares no se pone en contacto con los alvéolos,
y esto hace que la sangre pase directamente con las mismas presiones con
las que llegó al pulmón hasta el ventrículo izquierdo, y aquí se mezclará toda
la sangre, aquella que ha podido ser bien oxigenada y aquella otra que por
múltiples razones no se ha enriquecido adecuadamente de O2.
Entonces, en la gasometría que realizamos a cualquier arteria sistémica, la PO2 es inferior a la considerada a la
salida de la sangre del territorio capilar pulmonar, por ser la media de las
presiones de todos los capilares pulmonares, lo que conforma las presiones
arteriales sistémicas. Por tanto podemos considerar una gasometría arterial
normal a la que cumpla con las siguientes presiones y Ph:
·
Ph
............... entre ......... 7,35 y 7,45
·
PO2 .............. entre
......... 85 y 100 mmHg.
·
PCO2 ............. entre .........
35 y 45 mmHg.
Es importante
señalar que al contrario de la circulación sistémica, las presiones existentes
en la circulación pulmonar son más bajas, por lo que también es considerada
como un CIRCUITO DE BAJAS PRESIONES, ya que el ventrículo derecho no necesita
elevar sus presiones para enviar la sangre más allá de los hilios pulmonares.
Cuando la presión
arterial pulmonar sistólica excede de 30 mmHg y la presión media de la arteria
pulmonar es superior a 15 mmHg, estamos en presencia de un estado de
HIPERTENSION PULMONAR. Estas mediciones se hacen mediante el cateterismo, en
ausencia de este, el único indicador es el reconocimiento clínico.
DISTRIBUCION DE LA
VENTILACION PULMONAR:
La ventilación
alveolar también sufre irregularidades en su distribución en las distintas
zonas del pulmón debido a la acción de la gravedad, por lo que el mayor peso
del órgano recae sobre sus porciones basales, condicionando una disminución de
la presión negativa intrapleural a ese nivel, lo que provoca el hecho que en
reposo, los alvéolos de la zona basal del pulmón estén reducidos de tamaño.
No obstante,
durante la inspiración, estos reciben mayor aereación debido a las
características especiales de la dinámica respiratoria, pero de todas formas
las diferencias son más evidentes en relación a la perfusión.
DISTRIBUCIÓN DE LA
PERFUSIÓN PULMONAR:
Como en
condiciones normales el ventrículo derecho solo necesita bajas presiones para
expulsar un gran volumen de sangre a corta distancia, la distribución de la
misma no es uniforme y esa irregularidad está relacionada con la posición del
sujeto, el volumen minuto del ventrículo derecho y la resistencia que pueden
ofrecer los vasos en determinadas áreas del pulmón.
Los factores
hidrostáticos juegan un papel importante y así, cuando el individuo está en
posición erecta, las presiones en los vértices pulmonares serán menores, es
decir, que la perfusión aquí está disminuida; sin embargo, en las zonas medias
( a nivel de los hilios pulmonares) la sangre llega a los capilares con la misma
presión que tiene la arteria pulmonar, mientras que en las bases ocurre un
fenómeno inverso a las zonas apicales, pues las presiones de la arteria
pulmonar, se ve potencializada por la acción de la gravedad y sus efectos se
suman, es decir, que la perfusión en la parte baja del pulmón está aumentada.
RELACIÓN
VENTILACIÓN - PERFUSIÓN NORMAL
(VA/Q):
Ya hemos visto la
forma en que llega el aire a los pulmones con el fin de que los alvéolos estén
bien ventilados pero no basta con esto, es necesario que el parénquima pulmonar
disfrute de una buena perfusión para lograr una buena oxigenación de los
tejidos.
Así pues es
necesario que los alvéolos bien ventilados dispongan de una buena perfusión, y
los alvéolos bien perfundidos dispongan de una buena ventilación. A esto se le
denomina relación ventilación-perfusión normal.
Si no existiera
diferencia entre ventilación alveolar (VA) y perfusión (Q), es decir, si todos
los alvéolos fueran equitativamente ventilados y perfundidos, el intercambio de
gases sería igual a 1, pero las alteraciones que se señalarán modificarán este
resultado.
Si tenemos en
cuenta que en el individuo en posición erecta los alvéolos apicales se
encuentran a unos 10 cm por encima del hilio pulmonar, sabremos que en ellas la
presión media (PM) de la sangre será 10 cm de H2O menor que la PM de la arteria
pulmonar, pues será la presión consumida en su ascenso vertical hacia el
vértice pulmonar, es decir, que si a nivel de la arteria pulmonar la PM es de
20 cm de H2O (aproximadamente 15 mmHg), a nivel del capilar apical la PM será
de 10 cm de H2O, sin embargo aunque el riego sanguíneo en esta zona es menor,
estos alvéolos son precisamente de mayor tamaño (más ventilados que
perfundidos), lo que condiciona que una parte del aire alveolar no entre en
contacto con el capilar pulmonar, creándose un incremento del espacio muerto
fisiológico, aquí la VA/Q será >1.
A nivel de la zona
media del pulmón, la situación es diferente, donde se logra un equilibrio
perfecto de VA/Q pues en ella el intercambio gaseoso es normal (los alvéolos
son también ventilados como perfundidos) y la relación VA/Q =1.
Y a nivel de los
segmentos basales, por haber un mayor aporte de sangre y por efecto de la
gravedad, las presiones sanguíneas aumentan en unos 10 cm de H2O por encima de
la presión media de la arteria pulmonar, es decir que en estos segmentos la
perfusión es mayor y las presiones de la sangre a nivel capilar podrá alcanzar
unos 30 cm de H2O y aunque los alvéolos son más ventilados que en el resto del
pulmón, no son aereados en correspondencia con el aumento de la perfusión (son
menos ventilados que perfundidos), por tanto la relación VA/Q será <1, por
lo que la ventilación de los alvéolos basales es insuficiente para el volumen
de sangre que atraviesan sus capilares y por este motivo, parte de ella queda
sin intercambiar gases con el aire alveolar.
A este fenómeno se
le denomina SHUNT INTRAPULMONAR o CORTOCIR-CUITO PULMONAR, es decir, que en
condiciones normales, una pequeña parte de la sangre que llega a la aurícula
izquierda, después de haber atravesado los pulmones, no va totalmente saturada
de oxígeno.
En decúbito estas
irregularidades son menos intensas pues, aunque la perfusión sea mayor en las
zonas posteriores de todo el pulmón, la distancia en altura para que la sangre
alcance los capilares de la zona anterior, será menor y por tanto será mejor
irrigada.
DIFUSIÓN
PULMONAR:
Se denomina de tal
forma al paso de gases a través de la membrana alveolo-capilar desde las zonas
de mayor concentración de gases a la de menor. Esta membrana recibe el
nombre de UNIDAD FUNCIONAL RESPIRATORIA.
El proceso de
difusión está favorecido por las características anátomo-funcionales del tejido
pulmonar.
·
El capilar está en íntimo contacto con la pared alveolar reduciendo al
mínimo el tejido intersticial.
·
Los capilares forman una red muy amplia que rodea totalmente el
alvéolo, por lo que algunos autores lo identifican como una verdadera película
de sangre que lo recubre.
·
El paso de la sangre por la pared alveolar dura el tiempo necesario
para que la transferencia de gases resulte efectiva.
·
La membrana pulmonar es lo suficientemente delgada como para que sea
fácilmente atravesada por los gases.
En condiciones
normales, esta membrana es tan delgada que no es obstáculo para el intercambio,
los glóbulos rojos a su paso por la zona del capilar en contacto con el
alvéolo, lo hacen de uno en uno debido a la extrema delgadez del capilar, y
antes que haya sobrepasado el primer tercio de este territorio, ya se ha
realizado perfectamente el intercambio gaseoso, pero en algunas enfermedades
pulmonares como el SDRA, esta membrana se altera y dificulta el paso de
gases, por tanto los trastornos de la difusión son otra causa de hipoxemias.
FACTORES QUE AFECTAN LA DIFUSION A TRAVES DE LA
MEMBRA-NA RESPIRATORIA:
1.
ESPESOR DE LA MEMBRANA: puede ser afectado por la presencia de líquido (edema) en el espacio
alveolar o intersticial. También se afecta por fibrosis pulmonar. La rapidez de
difusión a través de la membrana, será inversamente proporcional al espesor de
la misma.
2.
SUPERFICIE DE LA MEMBRANA: puede estar disminuida como ocurre en el enfisema, donde la ruptura de
tabiques alveolares condicionan bulas que se comportan como grandes cavidades
mucho más amplia que los alvéolos, pero con reducción del área de membrana.
3.
COEFICIENTE DE DIFUSION DEL GAS: para la transferencia de cada gas depende de la solubilidad de cada
uno de ellos y de su peso molecular. La capacidad de difusión de la membrana
respiratoria es similar a la del agua, por tanto el CO2 es 20 veces más di
fusible que el O2 y este 2 veces más rápido que el N2. La lesión progresiva de
la membrana se traduce por disminución de la capacidad de transportar O2 hacia
la sangre, constituyendo un problema mayor que la capacidad menor de
transportar CO2 hacia el alvéolo.
4.
GRADIENTE DE PRESIONES ENTRE LOS GASES EXISTENTES A AMBOS LADOS
DE LA MEMBRANA: La presión parcial está
determinada por el número de moléculas que chocan contra la superficie de la
membrana a ambos lados de ella, lo que significa la tendencia de cada gas de
atravesar la membrana. Los gases siempre se trasladarán de la zona de mayor
presión a la de menor presión. La difusión se establece en virtud de los
gradientes de presiones, es decir, de las distintas concentraciones de los
gases según los diferentes sitios, proporcionando su movimiento desde las zonas
de mayor concentración a las de menor concentración.
TRANSPORTE DE OXIGENO:
Hasta ahora hemos
recordado los caminos que recorre el O2 para llegar desde el aire atmosférico
hasta los capilares pulmonares. Pues bien ya en la sangre, el oxígeno en su
mayor parte va unido a la Hemoglobina (porción hem) en forma de
oxihemoglobina y una parte mínima va disuelto en el plasma sanguíneo. Por
esta razón la cantidad de hemoglobina es un factor muy importante a tener en
cuenta para saber si el enfermo está recibiendo una cantidad de oxígeno
suficiente para su metabolismo tisular.
Por este motivo,
un paciente puede tener una gasometría normal, pero si presenta una anemia
importante (disminuye el número de transportadores del O2), la
cantidad de O2 que
reciben sus tejidos no es suficiente.
Por ejemplo, 1g de
Hb puede combinarse químicamente o asociarse con 1.39 ml de O2, por lo que en
100 ml de sangre, que contiene 15g de Hb, esta puede combinarse químicamente
con 20 ml de O2, aunque esto dependerá de la presión parcial del O2 en la
sangre. Los tejidos consumen 5 ml por 100ml, por lo que para un volumen
sanguíneo de 5 l se consumirán 250 ml de O2 aproximadamente. Si el total de O2
de la sangre es de 1000 ml, en caso de paro cardíaco, este será consumido en
solo 4 min, por lo que solo tenemos ese margen para restablecer la circulación
sin que quede daño cerebral, lógicamente en dependencia con el estado previo
del paciente.
Otro factor a
tener en cuenta es la función cardiaca. Si existe una insuficiencia cardiaca,
la corriente sanguínea se va a tornar lenta, se formarán zonas edematosas y con
ello el oxígeno que llegará a los tejidos será posiblemente insuficiente para
el adecuado metabolismo tisular.
En resumen, para que
el oxígeno llegue en cantidad suficiente a los tejidos, se tienen que dar tres
condiciones indispensables:
a.
Normal funcionamiento pulmonar
b.
Cantidad normal de hemoglobina en la sangre
c.
Normal funcionamiento del corazón y circulación vascular
Cualquier alteración
en una de estas condiciones, va a poner en marcha un intento de compensación
por parte de las demás, así una disminución de la hemoglobina se intentará
compensar con un aumento de la frecuencia cardiaca y respiratoria, etc.
Existen otras
muchas causas que dificultan un transporte adecuado de oxígeno, pero las
citadas anteriormente son las más importantes.
TRANSPORTE DE CO2:
En condiciones de
reposo normal se transportan de los tejidos a los pulmones con cada 100 ml de
sangre 4 ml de CO2. El CO2 se transporta en la sangre de 3 formas:
1.
Disuelto en el plasma.
2.
E forma de Carbaminohemoglobina.
3.
Como bicarbonato.
REGULACIÓN DE LA RESPIRACIÓN:
El sistema
nervioso ajusta el ritmo de ventilación alveolar casi exactamente a las
necesidades del cuerpo, de manera que la presión sanguínea de oxígeno (Po2) y
la de dióxido de carbono (Pco2) difícilmente se modifica durante un ejercicio
intenso o en situaciones de alarma respiratoria, estos mecanismos de regulación
son el NERVIOSO (CENTRO RESPIRATORIO) y el QUIMICO.
CENTRO
RESPIRATORIO:
Compuesto por
varios grupos muy dispersos de neuronas localizadas de manera bilateral en el
bulbo raquídeo y la protuberancia anular.
Se divide en 3
acúmulos principales de neuronas:
1.
GRUPO RESPIRATORIO DORSAL: Localizado
en la porción dorsal del bulbo, que produce principalmente la inspiración
(función fundamental).
2.
GRUPO RESPIRATORIO VENTRAL: Localizado en la porción rectolateral del bulbo, que puede producir
espiración o inspiración según las neuronas del grupo que estimulen.
3.
CENTRO NEUMOTAXICO: Localizado en ubicación dorsal en la parte superior de protuberancia,
que ayuda a regular tanto la frecuencia como el patrón de la respiración.
En los pulmones
existen receptores que perciben la distensión y la compresión; algunos se hayan
localizados en la pleura visceral, otros en los bronquios, bronquiolos e
incluso en los alvéolos. Cuando los pulmones se distienden los receptores
transmiten impulsos hacia los nervios vagos y desde éstos hasta el centro
respiratorio, donde inhiben la respiración. Este reflejo se denomina reflejo de
HERING - BREUER y también incrementa la frecuencia respiratoria a causa de la
reducción del período de la inspiración, como ocurre con las señales del centro
neumotáxico.
Sin embargo este
reflejo no suele activarse probablemente hasta que el volumen se vuelve mayor
de 1.5 litros aproximadamente. Así pues, parece ser más bien un mecanismo
protector para prevenir el hinchamiento pulmonar excesivo en vez de un
ingrediente importante de la regulación normal de la ventilación.
REGULACIÓN
QUÍMICA:
El objetivo final
de la respiración es conservar las concentraciones adecuadas de oxígeno,
dióxido de carbono e hidrógeno en los líquidos del organismo.
El exceso de CO2 o
de iones hidrógeno afecta la respiración principalmente por un efecto
excitatorio directo en el centro respiratorio en sí, QUIMIORRECEPTOR CENTRAL,
que determina una mayor intensidad de las señales inspiratorias y espiratorias
a los músculos de la respiración. El aumento resultante de la ventilación
aumenta la eliminación del CO2 desde la sangre, esto elimina también iones
hidrógeno, porque la disminución del CO2 disminuye también el ácido carbónico
sanguíneo.
El O2 no parece
tener efecto directo importante en el centro respiratorio del cerebro para
controlar la respiración.
Los
QUIMIORRECEPTORES PERIFÉRICOS se encuentran localizados en los cuerpos
carotídeo y aórtico, que a su vez transmiten señales neuronales apropiadas al
centro respiratorio para controlar la respiración.
CAUSAS DE
DEPRESIÓN DEL CENTRO RESPIRATORIO:
1.
Enfermedades cerebrovasculares.
2.
Edema cerebral agudo.
3.
Anestesia o narcóticos.
CIANOSIS CENTRAL Y CIANOSIS PERIFÉRICA:
Es importante,
diferenciar claramente los conceptos de cianosis central y cianosis periférica,
porque diferentes son también las importantes decisiones terapéuticas,
especialmente en los enfermos bajo VM.
Cianosis (del
griego Kyanos = Azul) es la coloración azul de la mucosa y la piel, como
consecuencia de un aumento de la hemoglobina reducida (no se encuentra
combinada con el O2) por encima del valor absoluto de 5 gr por 100
ml, o lo que es lo mismo, cuando la cantidad de hemoglobina que transporta
oxígeno ha disminuido considerablemente.
En el caso de la
llamada CIANOSIS CENTRAL, la disminución del oxígeno que transporta la
hemoglobina, se debe a enfermedad pulmonar o anomalías congénitas cardiacas
(shunt anatómico, etc.), las extremidades suelen estar calientes y tienen buen
pulso.
En el caso de
CIANOSIS PERIFÉRICA, la hemoglobina se satura normalmente en el pulmón, pero la
corriente circulatoria en la periferia es muy lenta o escasa, y suele ser
secundaria a fenómenos locales como vasoconstricción por frío, oclusión
arterial o venosa, disminución del gasto cardíaco, shock, etc. Las extremidades
suelen estar frías y el pulso imperceptible o filiforme.
Tanto una como
otra se observa mejor en las zonas distales del cuerpo (pies, manos, labios,
pabellones auriculares, etc.), su significado es totalmente distinto y su
confusión un grave error.
HIPOVENTILACIÓN e HIPERVENTILACIÓN:
Estos son
conceptos que deben quedar claros. Son conceptos gasométricos y no clínicos. La
hipoventilación equivale a una ventilación pulmonar pobre, de forma tal que no
se puede eliminar el suficiente CO2, lo cual conlleva a una
acumulación del mismo y se traduce en una gasometría arterial donde la PCO2 está por encima de 45 mmHg.
Hablamos de
hiperventilación cuando la ventilación pulmonar es excesiva, de manera que se
eliminan enormes cantidades de CO2, traducido gasométricamente en
una disminución de la PCO2 arterial
por debajo de 35 mmHg.
Por lo tanto solo
hablaremos de hiperventilación ó hipoventilación cuando obtengamos los
resultados de la PCO2 mediante
una gasometría arterial, o la PET CO2 (Presión Espiratoria Total del CO2),
que mediante el capnógrafo, podemos obtener de forma incruenta en pacientes
sometidos a la VM.
La taquipnea y la
bradipnea son síntomas clínicos que con frecuencia se asocian a la
hipoventilación e hiperventilación, pero no siempre es así.
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